Cuando el Club de Leones proyectó y construyó el edificio destinado a la Escuela Especial para Discapacitados Leves y Moderados, se encontró con la dolorosa noticia de que no todos los discapacitados de San Cristóbal tendrían contención en esa Institución. Quedó por lo tanto una franja de discapacitados no incluidos que necesitaban su lugar. El Club de Leones asumió la responsabilidad de suplir esa falencia.
Interesado y deseoso de dar solución a ese problema, elaboró un Proyecto que presentó ante la Secretaría de Discapacidad de la Nación, con el fin de poder adquirir un inmueble que posibilitara y facilitara el funcionamiento de un Centro de Día.
Las autoridades, ante los antecedentes que en discapacidad sustentaba el Club de Leones, propusieron otorgarle el dinero para construir, equipar y poner en marcha un Centro de Día para Discapacitados Severos y Profundos. Propuesta que la Institución aceptó. ASÍ NACIÓ EL PROYECTO. De inmediato se obtuvo la importante ayuda del Municipio, quién donó al Club de Leones -sólo a esos fines- una manzana de terreno en las inmediaciones de la ciudad. Se contó con el invalorable aporte del Arquitecto León Sergio Bustos para diseñar la infraestructura atendiendo a normas especiales para discapacidad, y de los Contadores María del Carmen Mántica y Hugo Néstor García que tuvieron bajo su responsabilidad cumplimentar las debidas y oportunas rendiciones de cuentas.
Agradecemos profundamente la desinteresada y valiosa colaboración de nuestros Profesionales.
En el año 1999 se colocó la piedra basal.
Nuestros concurrentes, únicos destinatarios, inocentes de temores, de exigencias, de luchas y de logros...